Autor Dr. Misael Estepa
Actualmente el mayor número de muertes en el mundo se le atribuye a las enfermedades crónicas no transmisibles, entre las cuales se encuentran: enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes. Los principales factores de riesgo que se asocian con este tipo de enfermedades corresponden al consumo de tabaco, una dieta inadecuada, inactividad física y al abuso del alcohol.
En cuanto al tabaquismo, poco más de mil millones de personas fuman en todo el mundo y cerca de 6 millones mueren anualmente por su consumo y la exposición al humo de éste. El tabaquismo causa 71% de los cánceres de pulmón, 42% de las enfermedades pulmonares crónicas y 10% de las enfermedades cardiovasculares.
Por consiguiente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el consumo de tabaco se mantiene hoy día como la principal causa de muerte prevenible a nivel mundial.
Las principales enfermedades atribuibles al consumo de tabaco son: infarto agudo de miocardio, enfermedad cerebrovascular, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y cáncer de pulmón, las cuales presentan una mortalidad con tendencia en ascenso en la década de 2000 a 2010.
Por otro lado, el consumo de tabaco no sólo implica graves daños a la salud individual; también ocasiona pérdidas de productividad laboral, mortalidad prematura y elevados costos para el sector salud. Además, tiene un impacto negativo en la economía individual y familiar ya que el dinero que se gasta en tabaco deja de invertirse en alimentos y otras necesidades básicas como educación y salud. Para hacer frente a esta epidemia global, la OMS convocó en 2003 a la creación del Convenio Marco para el Control del Tabaco, el cual hasta 2012 estaba ratificado por 174 países, dentro de los cuales México es signatario de mismo desde el año 2003.
Dentro de las importantes medidas que se incluyen en este convenio se encuentran:
Vigilar el consumo de tabaco.
Proteger a la población del humo del tabaco.
Ofrecer ayuda para el abandono del tabaco.
Advertir de los peligros del tabaco.
Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio.
Aumentar los impuestos al tabaco
De acuerdo a las estadísticas más actuales de la Encuesta Nacional de Salud y Nutricion (ENSANUT) y de la OMS, para 2012 México ocupaba el sexto lugar mundial en número de fumadores y el segundo en fumadoras, además de que la edad crítica de inicio para el consumo diario de tabaco es entre los 15 y 17 años. El 15.9% de la población mayor de 15 años en México es fumadora, lo que representa 10.9 millones de mexicanos. Las ciudades en el nuestro país que muestran un mayor número consumo de cigarrillos se muestran en la siguiente tabla:
El consumo de tabaco ocasiona más de 60 000 muertes al año en nuestro país y, como ya mencionado anteriormente, el impacto de su consumo en la economía familiar implica pérdida de productividad laboral, mortalidad prematura y elevados costos para el sector salud. Por ejemplo, los costos de la atención médica de las enfermedades asociadas al tabaquismo se calcularon entre 45,000 y 75,200 millones de pesos en 2008, los cuales para México equivalen a 0.62% del Producto Interno Bruto y desafortunadamente se observa una tendencia al inicio de consumo a edades cada vez más tempranas aunque un mantenimiento en su prevalencia.
De acuerdo a las gráficas obtenidas de la ENSANUT, ENSA y del Instituto Nacional de Salud Pública, la pre- valencia de fumadores se ha mantenido estable entre 2000 y 2012 pero se ha reducido en algunos grupos de la población como los fumadores adolescentes y los fumadores adultos. También muestran que la cantidad de cigarros consumida por los fumadores diarios se ha reducido.
Sin embargo, las enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco continúan siendo las principales causas de muerte en México: tan solo en 2010, se estima que al menos 60 000 de las muertes ocurridas en el país se pueden atribuir al consumo de tabaco. Numerosos estudios muestran que la medida más costo efectiva para reducir los efectos negativos asociados con el consumo de tabaco es el incremento de los impuestos, y, aunque se han tenido avances importantes en materia de impuestos a los productos de tabaco en México, todavía hacen falta políticas para controlar la venta de este tipo de productos.
Como comentario final se debe tener en gran consideración que al reducir gradualmente el consumo de tabaco, se contribuye de manera importante a la reducción de la aparición de las enfermedades no transmisibles, aportando invaluables beneficios no sólo para la salud de nosotros los mexicanos sino para el desarrollo y crecimiento económico de México.
REFERENCIAS
Guerrero-López, Carlos Manuel, Muños-Hernández, José Alberto, Sáenz de Miera-Juárez, Belén, Reynales-Shigematsu, Luz Myriam. Consumo de tabaco, mortalidad y política fiscal en MéxicoSalud Pública de México [en linea] 2013, 55 ( ) : [Fecha de consulta: 12 de abril de 2015] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10628331026> ISSN 0036-3634
WHO Report on the Global Tobacco Epidemic, 2013
Gutiérrez JP, Rivera-Dommarco J, Shamah-Levy T, Villalpando-Hernández S, Franco A, Cuevas-Nasu L, Romero-Martínez M, Hernández-Ávila M. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012. Resultados Nacionales. Cuernavaca, México: Instituto Nacional de Salud Pública (MX), 2012.
TABAQUISMO EN MÉXICO: análisis y recomendaciones de mejora regulatoria, Documentos de Investigación en Regulación No. 2012-01 Abril 2012; Comisión Federal de Mejora Regulatoria COFEMER
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